Ron DeSantis tiene un objetivo que podría redefinir la forma en que entendemos la propiedad privada en Estados Unidos: eliminar por completo el impuesto a la propiedad en Florida.

Sí, eliminarlo. No reducirlo. No congelarlo. Eliminarlo de raíz.

Es una propuesta audaz que ya está generando revuelo en todo el país. Y con razón. Porque, aunque suene increíble, incluso si usted ya pagó su casa, cada año sigue entregando dinero al Estado solo para conservar lo que ya es suyo. Y si no paga, se la pueden quitar. Así funciona hoy el sistema. Así de agresivo es. Así de profundo sería este cambio.

El impuesto eterno: una carga silenciosa

En Florida, el impuesto a la propiedad ronda el 1.75% del valor del inmueble. Si compra una casa de $500,000, eso significa pagar $8,750 al año. Cada año. Solo por seguir siendo dueño.

Ahora imagine que su inversión va bien, y en unos años su propiedad vale $1,000,000. La factura también sube: $17,500 anuales. ¿Y lo más absurdo? No ha vendido, no ha cobrado ni un dólar… pero igual debe pagar más. Solo porque su inversión funcionó.

Esto no es estabilidad. Es una carrera contra el sistema. Y eso es lo que esta propuesta busca cambiar.

¿Qué propone Florida?

Para que esto ocurra, se necesita una reforma constitucional respaldada por al menos el 60% de los votantes. La iniciativa está en marcha. El proyecto SB 852 ya fue presentado en el Senado de Florida por el senador Jonathan Martin, pidiendo un estudio riguroso sobre cómo podría eliminarse este impuesto sin afectar servicios públicos.

Si el estudio —previsto para octubre de 2025— demuestra viabilidad, el siguiente paso será impulsar una reforma constitucional. ¿Complicado? Sí. ¿Imposible? No. Por primera vez, la discusión está sobre la mesa.

¿Cómo impactaría al mercado?

Eliminar este impuesto sería un golpe de efecto no solo para propietarios, sino también para inquilinos y pequeños negocios. ¿Por qué? Porque cuando baja el costo de sostener una propiedad, baja la presión sobre los arriendos, mejora la rentabilidad y se liberan recursos que pueden reinvertirse en la economía local.

Ya tenemos una ventaja en Florida: cero impuesto estatal sobre la renta. Si se elimina el impuesto a la propiedad, no estaríamos compitiendo con Texas. Estaríamos compitiendo con Suiza, Mónaco o cualquier lugar del mundo donde el Estado no asfixia al propietario.

¿Qué tan viable es todo esto?

Grabé un video explicando con claridad qué está pasando, qué tendría que ocurrir para que se convierta en realidad y por qué cada vez más inversores están prestando atención.

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No se trata de discursos. Se trata de señales. Y esta, es una que vale la pena entender.

¿Y ahora qué?

Florida se encuentra en un punto de inflexión. Mientras otros estados suben impuestos y castigan la inversión, aquí se está abriendo la puerta a un modelo más liviano, más eficiente y más respetuoso con el patrimonio privado.

En mi equipo acompañamos a inversionistas que no quieren improvisar. Que quieren entender las reglas del juego antes de jugar. Si quiere que le ayudemos a evaluar opciones reales en este contexto, puede dejar sus datos o agendar una llamada.

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Mi nombre es Angisan Mejía, asesora de inversionistas inmobiliarios, y si algo tengo claro es esto: En el mundo de las inversiones, el que actúa con estrategia siempre llega antes que el que espera “el momento perfecto”.